Publicado por Wesley S.T Guerra
Se algo tem em comum os países da América latina é sua formação social histórica. Independente do país ou idioma, todos apresentam características muito parecidas devido ao processo evolutivo da região, derivado da colonização baseada na exploração de recursos majoritariamente ibérica.
A concentração de poder e renda em uma pequena parcela da população frente a uma maioria desfavorecida é uma das cicatrizes do processo de formação dos países, assim com a influência dessa pequena parcela na formulação política e na tomada de decisões.
Ao longo da história os países latinos, foram se alinhando as grandes potências atuando de forma pendular no cenário internacional e mantendo sua dependência histórica das decisões tomadas nos centros de poder – antes representados pelas potencias colonizadoras e posteriormente representado pelas potencias econômicas –. As tentativas de integrar a região nunca obtiveram o êxito necessário e o diálogo sul-sul, embora existente, sofreu uma forte oposição das elites que dominam esses países.
Atualmente a região sofre os efeitos da queda da demanda internacional e do preço das commodities que teve um forte impacto nas economias locais. As crescentes tensões políticas internas motivadas principalmente pela polarização política, dificulta a articulação dos governos e consequentemente e geração de uma resposta adequada aos desafios do cenário econômico mundial.
Historicamente a sociedade latina esteve dividida entre um grupo que domina os meios produtivos e a economia – sendo bastante característico os grupos familiares em todos os países da região– Frente a uma sociedade que trabalha, consume e se orienta em uma relação de dependência e cuja percepção do mundo era inerente a essa condição. Com a ascensão dessa parcela e sua maior participação na sociedade e na política, os governos são pressionados por ambos os lados, causando um enorme desgaste democrático e o surgimento ou fortalecimento de posicionamentos alternativos, tais como o autoritarismo ou o extremismo político.
A polarização política de países como Brasil, Argentina, México, Venezuela, Colômbia, etc. Se deve não somente aos efeitos do cenário internacional e as políticas implementadas nesses países, como também a ascensão social das classes mais baixas o que promoveu também sua representação política em partidos normalmente de esquerda.
Dessa forma a percepção da sociedade latina foi aos poucos se polarizando. Por um lado, a parcela de população que ascendeu socialmente graças as políticas implementadas por partidos de esquerda e por outro lado a parcela da população que já estava consolidada economicamente e que se identifica com as políticas de direita. Essa tensão social culmina em momentos de crise e de mudanças políticas.
A crise fomenta a insatisfação e essa provoca uma mudança de percepção da sociedade, havendo uma instabilidade generalizada e a falta de objetivos claros em ambos os lados. Embora, seja complexo estabelecer a diferença entre direita e esquerda nos países da região, principalmente em um cenário de transição econômica, política e social, onde se faz necessário contemplar todos os estratos sociais.Mas uma coisa é certa, a ascensão econômica da região promove uma mudança no paradigma latino e gera o questionamento em relação a histórica desigualdade existente nesses países.
E mesmo havendo uma maior representação das classes mais abastadas nos entes formadores de opinião, tais como os meios de telecomunicações (Globo, TV Azteca , El trece), o cidadão latino começa a questionar aquilo que ouve, vê e lê, o que pode significar a longo prazo uma maior discussão política e uma mudança no paradigma social que inibiu por tanto tempo o desenvolvimento humano da região. A tensão latina já não é somente partidária, mas social, e somente com o tempo poderemos saber quem vencerá essa luta.
Versión en Español
EL PARADIGMA LATINO: CRISIS DE LAS PERCEPCIONES
Si algo tienen en común los países de América Latina es su formación social histórica. Independientemente del país o idioma, todos tienen características muy similares debido al proceso evolutivo de la región derivada de la colonización basado en la explotación de los recursos.
La concentración del poder y de la renta en una pequeña porción de la población frente a una mayoría desfavorecida es una de las cicatrices del proceso de formación de los países así como la influencia de esta pequeña parte de la formulación de políticas y toma de decisiones.
A lo largo de la historia los países latinos fueron alineándose a las grandes potencias que actuando de forma pendular en el ámbito internacional y manteniendo su dependencia histórica de las tomadas decisiones en los centros de poder – antes representados por las potencias coloniales y más tarde representados por las potencias económicas – Los intentos de integrar la región no obtuvieron el éxito necesario y el diálogo Sur-Sur, aunque existente, sufre una fuerte oposición de las élites que dominan estos países.
En la actualidad, la región sufre los efectos de la caída de la demanda y los precios de las commodities internacionales lo que produjo un fuerte impacto en las economías locales. Las crecientes tensiones políticas internas motivadas principalmente por la polarización política, dificulta la articulación del gobierno y, en consecuencia generar una respuesta adecuada a los desafíos del escenario económico global.
Históricamente, la sociedad latina se dividió entre un grupo que domina los medios productivos y la economía – grupos familiares muy característicos en todos los países de zona – delante de una sociedad que trabaja, consume y se orienta en relación de dependencia. Con el auge de este segmento y su mayor participación en la sociedad y la política, los gobiernos se ven presionados por ambos lados, causando un enorme desgaste democrático y el surgimiento o fortalecimiento de las colocaciones alternativas, como el autoritarismo o el extremismo político.
La polarización política de países como Brasil, Argentina, México, Venezuela, Colombia, etc. Se debe no sólo a los efectos de la situación internacional y las políticas implementadas en estos países, pero también al ascenso social de las clases bajas, que también promovió su representación política en los partidos en su mayoría de izquierda.
Así, la percepción de la sociedad latina fue gradualmente polarizándose. Por un lado, la proporción de la población que ascendió socialmente gracias a las políticas implementadas por los partidos de izquierda y, por otro lado, la proporción de la población que ya se consolidó económicamente y que se identifica con las políticas de derecha. Esta tensión social culmina en momentos de crisis y cambio político.
La crisis fomenta el descontento y esto provoca un cambio de la percepción de la sociedad, con la inestabilidad generalizada y la falta de objetivos claros en ambos lados.Aunque es complejo diferenciar entre derecha e izquierda en los países de la región, especialmente en un contexto de transición económica, política y social, donde es necesario incluir todos los estratos sociales.
Pero una cosa es cierta, el auge económico de la región promueve un cambio de paradigma en América y genera cuestionamientos en relación a la desigualdad histórica en estos países.Aunque aún haya una mayor representación de las clases más ricas en las entidades formadoras de opinión, como los medios de telecomunicación (Globo, TV Azteca, El Trece), el ciudadano Latino comienza a cuestionar lo que oye, ver y leer, lo que puede significar a largo plazo una mayor discusión política y un cambio de paradigma social que hasta los días de hoy inhibe el desarrollo humano de la región.
La tensión en Latinoamérica ya no es solamente partidaria, sino social, y sólo con el tiempo sabremos quién va a ganar esta pelea.